Barcos
Daniel Navarro
Los barcos: cuántas letras se han derramado acerca de viajes, muelles, anocheceres en el vaivén oceánico, tormentas, tragedias, descubrimientos. No hay barco que no tenga un sinfín de historias, algunas verídicas, otras arrancan complicidades.
Propelas. banderas, barbas retorcidas, perico de malas palabras apertrechado en el hombro, recetas de ratatouille, visiones de un lugar que empezó con el viento y termina con cruces en los cementerios.
Ya nadie viaja en barco, las noticias los han abandonado, los piratas no tienen pata de palo, los instrumentos de navegación son piezas de museo. Añoranza del oleaje roto por la quilla.
Abandono del mar, las sirenas son ahora el cuerpo naval. Asolean sus voluptuosidades envueltas entre sábanas al amanecer. Son ellas, nos conocemos, saben que vine a verlas. Se recorta mi perfil en el horizonte y el barco me llama con su silbato; me detienen las nubes para que ascienda por sus escalerillas.
Desde la punta de proa escribo. Me ilumina una vela. Una sirena me cuenta su canción al oído.
Visiones nocturnas para quien me lee y al hacerlo, recuerda sus propios puertos.
.veracruz y mis sirenas. sept. 2008.
1 comentario:
Puertos que naufragan en los barcos de la noche...
¡A su salud fabulero!
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