sábado, agosto 30, 2008

EL ANDAR DE LOS MIL CANSADOS: MARCHA EN MEXICO

El andar de los mil cansados
Daniel Navarro




Marcha contra la violencia
la inseguridad, la demencia de una sociedad marchita
nuestra sociedad mexicana enferma
la desesperación inunda las calles
una esquina es sospechosa, un vecino es enemigo,
cualquiera es asesino sin rostro,
me recuerda aquella letra de Charly García
"la persona que amas puede desaparecer".

No es tema de intelectualidad, no es abstracción
no es ficción ni beligerancia,
la putrefacción alcanza todos los olfatos,
la degradación se encaja sobre los costados, como lanza
México está de luto por los desaparecidos
por las mujeres de Juárez, por los secuestrados
y asesinados
por 30 monedas
es un fenóneno de masas, tantos somos
que la vida (nosotros mismos nos jactamos de pensar así,
y hasta cantamos con mariachi):
"la vida no vale nada".

No hay edad, no existe línea recta, los rastros han desaparecido
aquello que nos movía de orgullo, la solidaridad
generada durante el temblor, la amistad y mano franca
de un amigo desconocido, un visitante,
ahora es temor en el horizonte, desde que nace
hasta que desaparece en el conflicto de la noche.
Camino rápido, tengo miedo
duermo intranquilo, oigo voces, siento cuchilladas
patria mía, inerte,
resucita de entre los muertos.

Mañana domingo será el último día de agosto
hoy fue la marcha bajo la tormenta, el andar de los mil cansados
esperanza vana, maltrecha mirada
pobreza bañada por la lluvia.
"México lindo y querido, si muero lejos de ti,
que digan que estoy dormido."










30 agosto

miércoles, agosto 27, 2008

UXMAL: LA PIRAMIDE DEL ADIVINO

Uxmal: La Pirámide del Adivino
Daniel Navarro



Una apertura en el instante continuo que él llama tiempo, mira hacia adelante, con un atisbo vislumbra, lo veo en su rostro

Estoy a su lado, me esconde lo que descubre. Me da temor y curiosidad saber mi futuro.

Soy humano, la máxima pregunta, más que de dónde vengo, más que a dónde voy, es: “cuándo”.

etralla, m , ilencio, s, divino, a



Me escabullo en las piedras, las rocas, al fin me permite percibir un poco de lo que adivina, quedo petrificado.

Cesan las preguntas. Miro desde Uxmal. No hay confines, el tiempo es arena del desierto que azota mi rostro, me golpea, se sangra la mirada.

Mis quijadas, mis dientes. Mi nariz es una prolongación de la lengua. No escucho nada. Busco la mano, su mano, no sé si tengo miedo, no puedo siquiera formular la pregunta. Mi pecho es un agujero en el instante continuo que él llama tiempo.

Entro en un guijarro que se atrapa en la frente. Lo siento. Golpea como roca. Arde como incendio.

uijarro, g. metrall a.



Caigo. Mi cuerpo es aquello que se difunde en el viento. La luz es noche. La luz es nada. Iluminado todo y me conmueve aquello que caído se esparce.

La pirámide. La veo. Un algo rojo, rectangular, en la parte más alta. Ahí.

divino.



Mi aquello que se mueve, la arena, las partículas aladas de un diente de león, las gotas de la ola al reventar contra la roca, los números apilados de mi infancia, las veces que su mirada me infundió confianza.

Un poco más cerca. El rectángulo rojo ahora es casi un monumento a la sangre. Se esfuma y vuelve a surgir. Oleaje. La batuta del director aquel. Recuerdo la sala. Mi ascendencia veo, mis ancestros están ahí... aquí. Mi descendencia también. Una larga escena que está, sin moverse.

Mis ancestros. Mi descendencia. Yo. La pirámide del adivino en Uxmal. Su pirámide.

Una voz, un sentimiento de culpa, una curiosidad malsana. Un elemento de vida. Cada piedra es mi cuerpo. Soy la pirámide. ¿Soy el adivino? Fui. ¿Seré? La roca.

Un concierto. La sala vacía. Estoy perdido. El pago, el privilegio, enormes.

Piedad.




El adivino me mira. Me sorprende la mirada

No puedo moverme. ¿De ésto es que está hecha la pirámide? ¿Del cuerpo de otros como yo?

Mi lugar es una esquina. La lengua es mi nariz. Piedra.

Chac.


Llueve en el Cuadrángulo de las Monjas.












esta noche. 27 agosto. 2008.

martes, agosto 26, 2008

LA LIBERTAD DE REVOLUCION

La libertad de revolución
Daniel Navarro



dedicado a Rodrigo, por las ideas y la esperanza


En el jet-set del poder
Todo es juego de espejos
Y al buen entendedor pocas palabras
Juan José Ortizgarcía



Hay salas de museos impregnadas de revolución, activistas lunáticos, rebeldes y otros seres que en pegamento, tinta y color, han mostrado que la sociedad humana no es otra cosa sino un informe continuo de vejaciones y codicia. Existen sectores donde los cuadros de mártires hacen un desfile, una hagiografía deleznable de terror sobre el pensamiento. Hombres y mujeres. Normales y anómalos. Sanos y esquizofrénicos. La libertad de expresión: tema plasmado en lienzos.

Desde que el lenguaje es humanidad, las palabras fluyen independientemente del origen, parecieran tener vida propia y evolucionan arrastrando consigo a esas sociedades que les resulta un pesado lastre. Algunas son claramente revolucionarias. Atentan contra la inercia. Muere el que las pronuncia, mas inevitablemente, la partitura persiste, encuentra oídos y nuevos sonidos en la voz o idioma escrito. La longevidad es una virtud de las letras rebeldes.

Hombres y mujeres sacrificados. Cruz. Lapidación. Horca. Picota. Ley fuga. Despojo. Irradiación nuclear. Campos de concentración. Islas amuralladas. Cuerpos de sal. Trepanación. Asfixia. Perros, leones, tiburones. Reingestión de vómito. Extirpación de la lengua. Guillotina. Fósforo blanco. Capirucho y antifaz. Mutilación sexual. Cuerpos en el mar. Exhibición de la carne en la pira. Eutanasia. Invasión armada. Intimidación pública o privada. Venganza sobre madre hermana o hija. Silla eléctrica. Fuerza desbocada de caballos desprendiendo extremidades. Violación en canal. Bofetadas metálicas, reiteradas y lacerantes. La lista es interminable: la humanidad es pródiga en represión. Su motivo: La lepra del verbo debe ser erradicada.

Y cuando las palabras que veían más allá que los ojos de la muchedumbre cuestionaban a otro dios, debían entonces ser vendadas, embalsamadas o incineradas. Mientras las letras en el ataúd o en la pira, “terrorista” “anarquista” “moro” “blasfemo” “indio” “comunista” “extranjero” “burgués” “poseído” “pordiosero” “demente” “infiel” “negro” “maldita” y otra serie de epítetos han conformado una letanía. Un adormecimiento perverso, atroz, fatal, en ocasiones a través de cánticos encapuchados con números triples, letras triples, violencia triplicada y anónima.

En la actualidad, en la mayoría de los países, se consagran en el documento rector del país, con frecuencia llamada Constitución Política, conceptos tales como libertad de expresión, libertad de rebelión, libertad de asociación, libertad de prensa, libertad de religión. Aparecen como resultado de luchas de diversos grupos que procuran insertarse a través del ejercicio pocas veces pacífico, con frecuencia violento, y de manifestaciones en tiempos críticos. No obstante, la libertad de revolución no parece existir en ninguno de ellos, parece ser más bien el resultado de los actos, el nombre genérico con el cual se cubre al período o a la conducta involucrada.

Se ha invocado a un curioso concepto como salvaguarda de la libertad de expresión. El “estado de derecho” no obstante no viene a ser otra cosa que una perogrullada inventada por aquellos que conceptúan a los códigos civiles o penales –invención literaria de mala calidad-, como el elemento rector de la sociedad humana.

Nos encontramos en los albores de un nuevo medievo, aunque quizás me retracto por optimista. Más bien, vivimos una fase del Neolítico caracterizada porque las normas originalmente utilizadas durante tiempos feudales han sido actualizadas para responder a las demandas de grupos de poder local e internacional. Formas de consolidación política y comercial que arremete contra tradiciones colectivas de pequeños grupos condenados a la desaparición. Recuerdo el texto del escritor alemán Ferdinand Lasalle de los años 1860, que sigue candente: el concepto de Constitución no ha cambiado mucho desde aquel documento de sociedades feudales, absolutistas, burguesas, y expresa a los núcleos de poder como aquellos elementos que determinan en gran medida el producto escrito, la Ley Fundamental o Carta Magna. Por otra parte, la exhumación del viejo concepto griego de democracia así me refuerza el pensamiento. Poco hay nuevo bajo el sol. En una perspectiva de cinco mil años, la humanidad sigue reptando en la Antigüedad.

Por eso existen las palabras que fluyen en el aire, buscando la redención. No creen que la humanidad en la cual puedan descansar, sea la que hemos en conjunto construido. No al menos hasta hoy. Por eso incesantes, las palabras que buscan a tientas, que perciben un universo mejor, son por ahora sinónimos de exilio, y bandera de organizaciones de extraños y sentimentales anacrónicos. Palabras en vuelo, ideas del porvenir que todavía no alcanzan el nido.

En tanto la humanidad persista en ser una gregaria acumulación de egolatría, soberbia y autocomplacencia, la libertad de revolución será sinónimo de libertad de expresión. Genuina búsqueda de justos y misántropos. No todo está perdido. Al menos eso opto por creer. La lucha de los incrédulos que arriesgan su existencia por emitir juicios, mártires de un sueño en verso, no será jamás en vano.

Y así ha comenzado el siglo veintiuno. No dejo de preguntarme si toda la historia de la humanidad ha transcurrido sólo para llegar a donde estamos. El deplorable estado en el que tenemos ese paraíso del Edén, por decirlo en términos simbólicos. El poco edificante sistema de naciones que atestiguan impotentes el ejercicio impune y monolítico del poder. El centro geográfico de nuestra existencia en algo tan abstracto como los bienes pecuniarios, económicos, financieros. Un universo del “cuanto tienes, cuanto vales”. Y no hay posibilidad de divergencia de expresión porque ésta ha sido mediatizada, transformada, letalmente inmovilizada.

El ganador del premio Nobel de literatura del año 2005 es un escritor inglés, Harold Pinter. A través de video, en la ceremonia de entrega, se expresó acerca del lenguaje político, el cual, “conforme es usado por políticos, no se aventura fuera de su territorio dado que la mayoría de los políticos, de acuerdo con la evidencia disponible, están interesados no en la verdad sino en el poder, y en el mantenimiento de dicho poder. Para mantenerlo, es esencial que la gente permanezcan en la ignorancia, que vivan en la ignorancia de la verdad, aún de la verdad de sus propias vidas. Lo que nos rodea por ende es un vasto tapete de mentiras, de las cuales nos alimentamos.”

La libertad de expresión se manifiesta como la búsqueda en lo individual enfrentando la colectividad sumida en esa ignorancia de Pinter. No obstante, la expresión se vuelve explosiva cuando afecta al poder, cuando encuentra la revolución. La libertad de expresión que es inocua, no levanta torbellino. Mientras, la libertad de revolución se encuentra en espera. Vive en los desiertos, en las selvas, debajo de las enaguas, dentro de muros de adobe, entre los vapores de las minas, impresa en la piel de un leopardo.


Notas y Literatura
Lasalle, Ferdinand. “Qué es una Constitución”. Gernika, 2ª. Edición. México.
Ortizgarcía, Juan José. “De este lado de mi ventana se respiran espinas”. Crítica, Revista Cultural de la Universidad de Puebla, Núm. 112, octubre-noviembre 2005. Págs. 165-170.
Pinter, Harold. “Art, Truth and Politics”. The Nobel Lecture. 2005.








cancún. 2 de enero de 2006
música: Metallica on Cello. One. Apocalyptica. Worlds Collide.

sábado, agosto 23, 2008

NIEBLA DEL RIACHUELO


Niebla del Riachuel
o
Letra de Enrique Cadícamo y Música de Juan Carlos Cobián. 1937.



Turbios fondeaderos donde van a recalar
barcos que en los muelles para siempre han de quedar.
Sombras que se alargan en las noches del dolor,
náufragos que al mundo han perdido la ilusión.

Puentes y bordajes donde el viento viene a aullar,
barcos carboneros que jamás han de zarpar;
turbio cementerio de las naves que, al morir,
piensan, sin embargo, que hacia el mar han de partir.

(Coro)
Niebla del Riachuelo:
amarrado al recuerdo
yo vivo esperando.
Niebla del Riachuelo:
de ese amor, para siempre
me voy alejando.

Nunca más volvió,
nunca mas la vi
nunca más su voz nombró mi nombre junto a mí.
Esa misma voz que dijo "Adiós".

(Declamado)
Y aún sigo esperando tu regreso
Después de aquél adiós tan triste
Para mí la vida pierde su sentido
Al no escuchar tu dulce voz.
Y hoy me llena de hastío tu ausencia
Y el recuerdo
De tu bendito amor


Sueña, marinero, con tu viejo bergantín;
bebe tus nostalgias en el sordo cafetín...
Llueve sobre el puerto, mientras tanto, mi canción;
llueve lentamente sobre tu desolación...

Anclas que ya nunca, nunca más, han de levar;
bordas de lanchones sin amarras que soltar;
triste caravana sin destino ni ilusión,
como un barco preso en la botella del figón...




Comentarios.- Existen al menos siete versiones de este tango. Por ser la versión que atrajo mi atención, he tomado como base la del Quinteto Mocambo, con sabor de son cubano - veracruzano con solo de tresillo. Este grupo añade un verso declamado que he transcrito. Algunas particularidades en el lenguaje son añadidas en la versión jarocha, por ejemplo: "Esa misma voz me dijo adiós", "bordajes" por "cordajes" y el uso del plural en vez del singular de la original. La versión de Chivirico Dávila introduce un par de líneas adicionales procedentes de una canción que no logro identificar. Chucho Avellanet presenta una versión tipo trío de tempo más rápido. La versión de Bebo Valdés y El Cigala tiene el profundo atractivo de ser presentada en ritmo de tango muy suave. Roberto Goyeneche canta el tango, destila Buenos Aires en el verso, y el bandoneón, además la suya es la única que incluye los dos versos que finalizan la versión original.

sábado, agosto 02, 2008

EL ESCRITORIO DE UN ANARQUISTA Y LOS ESCARABAJOS DE TRAVEN

El escritorio de un anarquista y los escarabajos de Traven
Daniel Navarro





Una casa construida por Ramírez Vázquez (se dice, y continúan las historias y enigmas) en la calle de Mississipi, colonia Juárez, de la ciudad de México. Hasta arriba, un cuarto grande, un invernadero, un escritorio. Los papeles del anarquista que llegó a México a contar historias de indios. Traven. Veo a su viuda. Ella misma ha perdido la memoria, el síndrome de Tick la aqueja y enfermeras se substituyen en horarios de ocho horas cada una. La miro, le toco la frente. Una enfermera le habla quedito. La tele funciona a bajo volumen. Poca luz. Traven habita en un cuadro que… y me distraigo viendo otro cuadro, y algunas cartas de sus trabajos en McCall’s y Atlantic Monthly.

Traven construyó un universo alrededor de sí. Identidades, personas, curiosidades, sobre todo cuando los escarabajos empezaron a habitar en la madera de su cuerpo, tal y como habitan estos insectos el cuerpo de cualquier indio. En el Tampico de 1924, camina y enciende la llama de las historias que tendrían una característica fina: la lógica alemana combinada con la lógica rural de las voces anónimas: dos piezas de artillería idealista que embonaron a la perfección como perfecta maquinaria. Decidia, rebelión, soberbia, simplicidad, ingenuidad, una terquedad que casi raya en la perseverancia y el modo de confundirse con el horizonte de la melancolía, todos esos son caracteres que identifican a los anarquistas y los hace diferentes de otros tipos de especímenes de la jauría humana.

Vi sus fotos. Blanco y negro, apenas un poco más grandes que los negativos de medio formato. Hoy tendría más de cien años.

Ya no hay plantas excepto en el jardín a ras del suelo, algunos árboles se inclinan hacia la construcción.

"Habrá que tumbarlos".

Cuando expresé que me preocuparía el ruido de la motosierra, recordé que el tiempo no existe. No hay nada que recuerde a Traven. Él mismo borró su senda hacia el Paseo de la Reforma.

Los escarabajos creo que se encuentran en la madera en espera de otro indio o de otro anarquista. Lo que pase primero.

"Habrá que dejar los árboles en pie" pienso, al recordar a los escarabajos.



Acerca de mí

Mi foto
Cancún, Mexico
Escritor y Naturalista. Licenciado en Biología por la Universidad Nacional Autónoma de México, con estudios en Texas A&M University Campus Kingsville y The University of Florida.