domingo, noviembre 04, 2007

PREMIO NOBEL Y LA MERCADOTECNIA DEL CALENTAMIENTO GLOBAL


El Premio Nobel concluye la primera etapa en la mercadotecnia del Calentamiento Global
Daniel Navarro


I read the news today, oh boy.
John Lennon and Paul McCartney


Cuando las teorías científicas se masifican, se desvirtúan. Por alguna razón, la idea original, una vez que fluye por la comunicación de grandes sectores de población, va forjando cauces cada vez más profundos, elaborando un peculiar mapa ideológico. Tal es el caso del concepto “calentamiento global”, un esquema de teorías e investigación científica que actualmente se encuentra profundamente desvirtuado por la opinión pública. Toda esta preocupación rebasa las usuales preocupaciones de los ecologistas y poco a poco se han implantado en el mundo conceptual de un citadino promedio.

Intuitivamente pensamos que calentamiento global es sinónimo, causa y consecuencia, de un hecho más o menos comprobable: hace más calor que antes. Derivado de esto, las noticias nos indican un futuro (casi presente) apocalíptico, incluyendo desborde de ríos, calentamiento de los mares, disolución de los glaciares, incremento en el nivel del mar, desaparición de ciudades costeras, huracanes al por mayor, escasez de agua potable, plagas, enfermedades, y creciente pobreza.

Si bien el futuro pletórico de cataclismos no es algo nuevo bajo el sol, de hecho es una de las ideas más antiguas de la literatura universal, nuestra primera pesadilla del milenio consiste básicamente de lo siguiente: Se ha demostrado un incremento en la temperatura media mundial en 4 grados centígrados, y este incremento se inicia a partir de la revolución industrial. La causa (con cada vez menos debate) es la presencia de los gases de invernadero en la atmósfera. Y finalmente tales gases proceden de los denominados “combustibles fósiles”, léase petróleo, gas natural y carbón.

La disponibilidad mundial de yacimientos no es equitativa para cada paìs, al contrario. La distribución geográfica de los principales centros de producción petrolera se sitúan en países del denominado Tercer Mundo: los países árabigos, Venezuela, México. No obstante, la posesión de los yacimientos no es suficiente, porque la contraparte tecnológica tampoco está distribuida equitativamente, al contrario. La tecnología de extracción y refinamiento depende de los países del Primer Mundo: Estados Unidos, Europa, Canadá.

Un tercer elemento lo conforma la distribución geográfica de los principales emisores de gases de carbono, ya que éstos se localizan en los países árabes en primer lugar, seguidos de los países del Primer Mundo. El Tercer Mundo emite cantidades inferiores a los dos grupos anteriores.

La dependencia mundial de los combustibles fósiles usualmente conduce a relaciones pacíficas entre los pueblos de la propia comunidad planetaria, no obstante existen crisis recurrentes en el trastocamiento de mercados derivado de cambios en el suministro del petróleo ya sea por fenómenos hidrometeorológicos (huracanes, fundamentalmente), o por fluctuaciones en el precio por condiciones económicas internacionales. Asimismo, el tema del petróleo puede dar lugar a conflictos internacionales tal y como sucede con los registros históricos de las expropiaciones petroleras, o a la invasión de Iraq, la guerra del Golfo Pérsico.

Por ende, la asociación petróleo – gases invernadero – calentamiento global conduce a una creciente visión dual acerca de los hidrocarburos y su uso. Considerando las reservas mundiales, las alzas inesperadas del precio por barril, y los acuerdos internacionales vigentes tales como el Protocolo de Montreal y el Protocolo de Kyoto, el escenario es dependiente de un esquema de inversión mundial que invertirá en la compra de bonos de emisiones de carbono.

Si se trata de reducir la dependencia mundial (léase algunos países sin yacimientos de petroleo pero con potencialidad tecnológica múltiple), del petróleo con la finalidad de reducir las emisiones de gases invernadero, ¿cuál es el escenario posible?

Yendo un poco más allá, y supongamos por un instante que el tema del calentamiento global responda a intereses internacionales en materia de energía, la pregunta que surge de inmediato es la siguiente: ¿Cuál sería la fuente de energía que podría ser de un poder tal que pueda desplazar a la actual dependencia de hidrocarburos?

El documento elaborado por Nature, incluye un análisis muy interesante acerca de las diferentes perspectivas en materia energética hacia el futuro. Se evalúan en el documento las siguientes fuentes: nuclear, solar, biocombustibles, licuefacción de carbón mineral. Algunas de las proyecciones potenciales derivadas de este análisis son las siguientes:
La energía producida por hidrocarburos paulatinamente recibirá un mayor embate de la opinión pública, justificando la búsqueda de alternativas, algunas de las cuales se encuentran descartadas de antemano.

La energía nuclear incrementará la dependencia tecnológica particularmente de países pobres de los países ricos. Para ello, y debido a la mala fama actual de la energía nuclear (derivada de los accidentes Chernobyl y Pennsylvania, así como de la memoria de la conclusión nuclear de la denominada “Segunda Guerra Mundial”), es preciso remontar, con una extensa campaña publicitaria, por supuesto.

Muchos temas relacionados, el asunto es complejo, la posesión de materiales, depósitos finales de residuos, tráfico de plutonio, lamentablemente, el espectro de guerra nuclear internacional se incrementará. Indefectiblemente, los gases de invernadero serán sustituidos por el fallout y debris atmosférico de material radioactivo.

La tesis que se propone en este ensayo es la siguiente: el tema de calentamiento global consiste en una compleja interacción de intereses internacionales respecto del uso, propiedad y distribución de fuentes de energía, así como de regulaciones internacionales para que un determinado número de países incrementen el nivel de dependencia tecnológica.

Para ello se requiere de una intensa campaña de opinión pública, que al masificar los temas científicos, se desvirtúen. Las actividades se centran por ahora en la etapa de mercadotecnia en tiempos de paz acerca del calentamiento global. No me sorprende la concesión del premio Nobel de la Paz al Lic. Al Gore y el Pánel Intergubernamental de las Naciones Unidas acerca de Cambio Climático. De acuerdo con el comité que otorga el premio, el Sr. Gore “es probablemente el individuo que más ha hecho para crear un mayor entendimiento global acerca de las medidas que se necesitan sean adoptadas”.

No estoy seguro que esa propaganda acerca del calentamiento global y la paz mundial estén relacionadas, no obstante, creo que esa ceremonia concluye lo que podríamos catalogar la primera etapa en las actividades de mercadotecnia. Falta la siguiente, que creo empezaremos a ver en breve. Mi perspectiva es que se va a mover el tema nuclear cada vez con mayor insistencia. Asimismo, la agenda nuclear será parte indisoluble del fortalecimiento internacional a las políticas energéticas que pudiesen ser emitidas por Gore, para lo cual supongo que se requerirá que se convierta en el próximo Presidente de los Estados Unidos. El premio Nobel de la Paz, es un irónico antecedente para los tiempos que nos esperan.

La reducción en las reservas mundiales de petróleo serán cada vez más con insistencia, noticia de primera plana. La dependencia nuclear como fuente de electricidad en Europa y Japón seguirá incrementándose. El Pánel de 10 países que discuten las fuentes de energía nuclar (Argentina y Brasil incluidos) tendrán noticias cada vez más alarmantes. Espero estar equivocado.






México. 2007.
Arte gráfico: "cielo global", lili diaz. avrilphoto.


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Acerca de mí

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Cancún, Mexico
Escritor y Naturalista. Licenciado en Biología por la Universidad Nacional Autónoma de México, con estudios en Texas A&M University Campus Kingsville y The University of Florida.