sábado, febrero 25, 2006

Planetario

Planetario
Daniel Navarro



Me intuyes en el universo encerrado, en la burbuja
oculta del rincón celeste.
Miras las estrellas ficticias de un planetario.
Ilusión de permanencia de lava
esférica en un destino inconcluso.
Descubrimos que nos habíamos guiado por un norte
que nunca fue, aislados en la noche
de un día lluvioso, enfermo de tedio.

"Abrázame", me pediste
No pude, no quise, o ambas
y a la distancia el domo sereno, que mira al infinito
alentó una esperanza.
Me propuso con su sonido sin rostro y acepté
encarnar ligeras ondulaciones en la nada.

Quise intentar,
personificar ,
la estrella viva
que alguna vez nos guiara.
Antes de que nos perdiéramos.

La cascada del crepúsculo se confundió con el perfil,
con la sombra desde entonces
y sin constelación
vago errante, persiguiendo la noche.

Vienes a verme cuando sola te encuentras,
Me miras sin ver, a la distancia
bóveda, te abrazo
tarde y nunca, simultáneo amanecer y medianoche.
Sabes que soy yo,
prisionero de mis noches de día, encadenado
Prometeo que abre sus entrañas a tus mordidas
renaciendo en la noche de cada tarde,
sangrando la luz de las estrellas que giran
y se desploman
en el infinito de un espacio vacío.

La luz de un firmamento se lanza en todas direcciones
cuando abandonas la sala
y me absorbe el melancólico
adiós
de tus tacones.

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Acerca de mí

Mi foto
Cancún, Mexico
Escritor y Naturalista. Licenciado en Biología por la Universidad Nacional Autónoma de México, con estudios en Texas A&M University Campus Kingsville y The University of Florida.