lunes, septiembre 03, 2007

ATAHUALPA

Atahualpa
Daniel Navarro




Hay muchas razones para empuñar una guitarra y dejar el corazón entre los ojos de los espejos.
Sigo fluyendo en un río de silencio entre las memorias que desfilan al compás de la nostalgia.
El mudo crepitar del fuego me acompaña en estos parajes del sur que se acomiden a despertar colores.
Viniste y te fuiste como la alborada, todo en ese temprano que fugaz ocupa la rendija entre la noche y el día.
¿Cuánto dura un momento?

"Porque no engraso los ejes me llaman abandonau
si a mí me gusta que suenen, pa’ qué los quiero engrasaos."


Listones de colores remontaron en mi obelisco una vez; como anuncios marinos de puerto, y alegres ondearon con faros y lonjas, muelles y bonanza de letras, de visiones, y de aromas vertederos.
Tu cuerpo como gaviota a ras sobre el mío, planeamos zarpar del puerto seguro una noche que nunca llegó.
Eco sin voz perdido entre las montañas. Erré en el delirio no sé por cuánto tiempo.
Sin tramo de pasado, el futuro prosiguió adherido a las palabras, desgranando presente. Inmanente decisión tardía en noche de plenilunio.
Eras. Fuiste. Doblé.
Ahora, mis pasos recorren sendas trilladas por la costumbre de los días.
Salitre del mar lejano me encanece el cabello.
¿A partir de cuándo el ayer se convirtió en esperanza?

"Es demasiado aburrido, seguir y seguir la huella
andar y andar los caminos sin naides que lo entretenga.”


¿Qué significa el silencio?
Detrás de tu sino esquivo viajo entre las ruinas de mi búsqueda que no inicia ni termina; ni aquí ni allá, machetazos entre la bruma,.
Fantasmas en cascada, visiones tangenciales, universos improbables.
Vueltas y vueltas, giros del horizonte.
Soy como el eje en esta carreta que avanza entre la niebla y te llamo.
Voz de metal, silbido audaz que cruza mi gabán de lana entretejida.
Recorro la historia de un momento que fue.

"No necesito silencio yo no tengo en qué pensar
tenía, pero hace tiempo, ahora no tengo más."


¿Cuánto de ida sin retroceso se recorre en una vuelta de rueda?
Ya ni siquiera canto, no me resta el poderío; mas me mantiene tu estrella.
Voces de mi carreta: No me importa si de mi respirar haces sorna, rechinar de rebeldía.
¡Que suenen por las praderas los reclamos por tu ausencia!
¡Que vibren las espigas y las nubes; que de los augurios caigan sus pesadas cadenas!
¡Que nunca callen las vueltas en el camino porque un día verás mi silueta recortada
sobre un horizonte de invierno!
Silben entre el tedio y el olvido su monótono canto de compañía.
Derramen su luz de ruido sobre mi informe oscuridad perenne.


"Los ejes de mi carreta nunca los voy a engrasar"














· El texto en cursivas pertenece a Atahualpa Yupanqui, "Los ejes de mi carreta". El presente texto rinde homenaje al poeta, escritor y compositor argentino que utilizaba dicho seudónimo.

Cancún, México.

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Acerca de mí

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Cancún, Mexico
Escritor y Naturalista. Licenciado en Biología por la Universidad Nacional Autónoma de México, con estudios en Texas A&M University Campus Kingsville y The University of Florida.